En septiembre, cuatro socios, liderados por Adriano Mones de Fé, establecen la primera oficina del Grupo Temper en una céntrica calle de Oviedo.
Desde sus inicios, aplican un decálogo de valores que irán aplicando a la par que crece la empresa y que incluye principios como la confianza en las personas, la orientación de servicio al cliente y la innovación en productos y procesos.